Rubén Chumillas: la tipografía que escribe ilustraciones

Rubén Chumillas, ha creado la tipo “The guilty hand font” como resultado de su experimentación con el diseño, tipografía e ilustración. Podría tratarse de la primera tipografía que escribe ilustraciones. No estamos hablando de una tipo que tiene dibujos asignados a las teclas, sino de algo mucho más complejo. Como si de un idioma se tratara, The guilty hand font tiene una sintaxis y unas reglas de escritura propias. Los 30 glifos ilustrados se pueden combinar para crear nuevos personajes y con ello escribir 1000 personajes ilustrados diferentes.

 

 

¿Cómo surgió el proyecto de The Guilty Hand Font?

El proyecto surgió durante mi último año de estudios en la Escuela Superior de Diseño de Madrid cuando cursaba las asignaturas Tipografía experimental y Producción para artes gráficas. De ambas asignaturas surgió un proyecto editorial común: Un tiempo antes del final, al que posteriormente se sumaron como entidades colaboradoras la Biblioteca Nacional de España, la galería Ivorypress y el Museo della Carta e della Filigrana di Fabriano. Nuestra propuesta debía estar basada en Liber Chronicarum, o Las Crónicas de Núremberg, un incunable de 1493, y la forma en la que cada uno de los alumnos concebíamos el tiempo anterior al final del mundo que conocemos. Tanto José María Ribagorda como Concha García, directores del proyecto y profesores, me animaron a articular mi propuesta en base a mis ilustraciones ya que, desde el punto de vista formal, estarían íntimamente relacionadas con las estampas xilográficas que iluminaban el incunable, más aún si se convertían en tipografía, esto es, en elementos repetibles. El resultado fue una tipografía llamada The Guilty Hand Font Basic compuesta de 30 glifos (10 cabezas, 10 torsos derechos y 10 torsos izquierdos) que permitía crear hasta 1000 combinaciones, 1000 personajes.
 

 

¿Como surgieron los personajes ilustrados de la tipografía?
The Guilty Hand comenzaron siendo los cuadernos de esbozo en los que creaba personajes anónimos únicamente con tinta Quink Parker negra y pincel desde hace años. Al principio eran muy toscos pero sus formas fueron evolucionando y mejorando a medida que mi mano fue desarrollando cierta técnica para trazarlos más que por mí capacidad o acción consciente; de ahí su nombre: La mano culpable. Yo no tenía una idea clara del tipo de dibujo que quería obtener. En estos esbozos simplemente trataba de plasmar a través del anonimato y el misterio que genera la tipología de personajes un sentimiento, un estado anímico. Cuando los recopilé y analicé para llevar a cabo el proyecto, me di cuenta de que representan una civilización plagada de monstruos cuyas deformidades y peculiaridades son comunes y expresan carencias o deseos también comunes pero que cada personaje concibe como personales, lo que conlleva la fragmentación de su mundo al estar plagada de subjetividades.

¿Cómo funciona la tipografía?
En lugar de letras o números mi tipografía contiene las cabezas, los torsos izquierdos y los torsos derechos de mis personajes: 344 partes suman en total. De este modo, haciendo combinaciones de tres teclas se puede obtener un gran número de personajes (más de dos millones). La tipografía está programada para que las partes, siendo totalmente independientes, se acoplen perfectamente, pero este es un aspecto que no debe preocupar al usuario pues son detalles técnicos.

Para que su uso resulte sencillo e intuitivo se controla a través de la organización de las partes de los personajes en el teclado. Tanto en el estado de mayúsculas como en el estado de minúsculas, en la fila superior se ubican las cabezas, en la fila intermedia los torsos derechos y en la inferior los torsos izquierdos.

Así, cuando tecleamos de arriba hacia abajo obtenemos un personaje.

Además, si pulsamos varias veces una misma tecla obtenemos alternativas de la cabeza, torso izquierdo o derecho que contiene.

Todas las pautas están recogidas en un manual de uso muy sencillo que indica todos los pasos a tener en cuenta. Primero hacías las ilustraciones a mano y luego las trazabas en Illustrator por necesidades del software que se usa para crear tipografías ¿consideras que fue una ventaja o una desventaja a la hora de crear las ilustraciones? Tras sopesarlo al inicio del proyecto concluí que era el proceso de trabajo más acertado. Laborioso pero acertado: 1 dibujar; 2 escanear; 3 vectorizar los personajes y dividirlos en tres partes (cabeza, torso izquierdo y torso derecho) en Illustrator; 4 finalmente volcar todas las partes ya separadas en el software de diseño de tipografías, donde hacía los ajustes técnicos necesarios y la programación para poder generar el archivo que cualquier persona podría instalar en su ordenador como si se tratara de una Times o una Calibri.

El software de diseño de tipografía es muy preciso y su finalidad es el dibujo de letras, obviamente, con formas sencillas basadas en líneas rectas y curvas muy limpias. No es un programa de dibujo. Mis personajes en cambio podían tener muchos detalles para los que necesitaba ampliar y reducir y no solo eso, también necesitaba manejar varias capas cuando los dividía en partes. En ese sentido, el trabajo previo en Illustrator facilitaba bastante la organización. Lo que sí fue una desventaja a la hora de terminar el proyecto es que como el software de diseño tipográfico está pensado para crear letras, soporta una cantidad limitada de información de dibujo vectorial y me vi obligado a sacrificar 22 partes de los personajes porque contenían muchísimo detalle y el programa no podía exportar el archivo final y se cerraba continuamente. De las 366 partes preparadas, la tipografía contiene 344. Eso fue muy frustrante, sin embargo es bueno llegar a conocer las limitaciones de las herramientas con las que trabajamos para tenerlo en cuenta en futuros proyectos.

¿Que es eso de la metatipografía?
Metatipografía es un término que inventó José María Ribagorda (tipógrafo y profesor en la Escuela Superior de Diseño de Madrid) para nombrar el concepto de tipografía que enseña en sus clases. Parte de la base de que la tipografía no son las letras, lo visible, sino el sistema que permite organizar el espacio y la escritura basado en módulos. Tras asistir a sus reveladoras clases, soy un convencido de que uno de los aspectos menos conocidos, de un modo generalizado, es que la tipografía no tiene porqué ser alfabética ni una simple colección de dingbats. Es cierto que su principal finalidad es la composición de textos de libros, revistas, webs, señalizaciones, etiquetas,… pero no es el único. Entender que las fuentes tipográficas son un pequeño software que podemos programar para que tenga un determinado comportamiento cuando son utilizadas en un editor de texto, da pie a infinitas posibilidades creativas.

¿Qué es lo que fue más difícil a la hora de conceptualizar o ejecutar el proyecto?
Lo más complicado en cualquier trabajo o disciplina creo que es la fase inicial de toma de decisiones. Bajo mi punto de vista es imprescindible dedicar tiempo a la valoración de las diferentes posibilidades hasta que estás seguro de que una de ellas es la más acertada, porque de un planteamiento sólido y bien enfocado siempre saldrá un buen resultado. A partir de ahí el camino está allanado, tan sólo hace falta invertir tiempo, pero en mi caso, el tiempo que requería el proyecto era superior al plazo que tenía. Mi planteamiento era bastante ambicioso: una tipografía experimental y al mismo tiempo un proyecto editorial experimental que la presentara. Eran como dos proyectos finales en uno. Ahora lo pienso y me parece una auténtica locura. Mis noches se confundieron con el día, las tardes con el desayuno, las cenas con las comidas,… Terminé exhausto. Tras la entrega y la evaluación estuve casi dos meses sin dibujar y sin utilizar el editor tipográfico.

¿Te consideras ilustrador o tipógrafo?
Me apasionan los dos campos y coqueteo con ellos, intento aprender todo lo que está a mí alcance, no obstante, creo que ambas profesiones exigen unos conocimientos de los que todavía carezco. Por ello no puedo definirme ni como ilustrador ni como tipógrafo: no sería honesto. De momento prefiero considerarme definirme como diseñador gráfico, como esa persona que está entre dos aguas, lo racional y lo artístico, capaz de aprovechar los conocimientos que posee de varias disciplinas para unirlas en un mismo proyecto reflexionando y organizando: pensando el proceso tal y como me han enseñado los magníficos profesores que he tenido en la Escuela Superior de Diseño de Madrid y en Arte 10.

¿Crees que tu tipo está dirigida a ilustradores o a diseñadores? Está pensada para que cualquier persona pueda escribir ilustraciones. Todo el proceso está recogido y el método desarrollado. Faltaría la última parte para completar todas las fases que se contemplan en un proyecto experimental: el testeo; cómo se utiliza y qué resultados se obtienen para poder extraer conclusiones. Los ilustradores se caracterizan por su trazo, su gesto, la manera en la que dan color… Son autores. Si utilizaran The Guilty Hand Font en alguno de sus proyectos imagino que anularía parte de su personalidad como creadores. Aún así, creo que harían cosas realmente maravillosas con ella. En el caso de los diseñadores su autoría suele quedar siempre diluida a favor del trabajo, si utilizaran mi tipografía para sus piezas imagino que no se daría ese problema de identidad del autor. Estas dos suposiciones no están fundamentadas puesto que aún no se ha realizado el testeo, me gustaría que tanto ilustradores como diseñadores se animaran a ayudarme a completar esa fase para obtener feedback.

¿Cuál crees que ha sido la lección más importante que has aprendido al realizar esta tipo?
La organización y el método. Gracias a haberme marcado una serie de pautas he podido racionalizar y convertir algo tan libre como es el acto de dibujar y generar formas únicas en una herramienta que se basa en la repetición de unas mismas formas limitadas, como es la tipografía, y que el resultado no parezca algo mecánico. Y por otro lado, y quizá sea más relevante para mí, es que he aprendido a generar un discurso que haga comprensible mi proyecto a personas sin nociones de diseño, tipografía o ilustración. Uno de los puntos en los que más hincapié hacía Eugenio Vega, mi tutor de Proyecto Final.

Presentaste el proyecto en Typomad 2014 ¿Cómo fue la experiencia? Aún sigo sin poder creer que tuviera un huequito en un festival que contó con un cartel que cortaba la respiración. Fue un auténtico honor que la organización de Typomad, la gente del colectivo madrileño Chulotype (www.chulotype.com), incluyera mi proyecto entre las ponencias de reconocidos profesionales nacionales e internacionales a los que admiro y de los que aprendo. Me costó hacerme a la idea de que todos los asistentes al festival iban a estar atentos a lo que contara. No sabía si les aburriría o si sería capaz de explicar The Guilty Hand Font de un modo claro para que cualquier persona que no tuviera conocimientos tipográficos fuera capaz de entenderlo. Lo más gratificante fue cuando al terminar la gente se acercaba para felicitarme por el proyecto y decirme que les habría encantado que me hubieran dejado más tiempo y también los comentarios que pude leer en las redes sociales. Desde entonces mucha gente me ha preguntado si lo voy a poner a la venta. Esas muestras de interés me dejan boquiabierto. Jamás pensé que mi proyecto final de carrera pudiera tener esa acogida.

Allí, presentaste un libro recopilatorio de glifos. ¿Lo consideras un manual o un libro-objeto? ¿Cuál fue la motivación que te llevó a realizarlo?
The Guilty Hand Font es una tipografía digital, es abstracta e intangible. No pesa, no puedes tocarla,… Pero con ella se forman cuerpos: personajes. Quería transmitir esa sensación de corporeidad a través de los elementos que la explican, que tuvieran volumen y peso. Para ello diseñé La Caja Negra (haciendo alusión a la caja negra de los aviones donde queda registrado todo lo acontecido durante el vuelo) que alberga tres libros: el Manual de uso, la Memoria del proyecto y un libro con una aplicación de la tipografía. La disposición de los libros en el interior muestra la estructura de la tipografía, formando entre las tres portadas un personaje. Tiene una finalidad práctica pero los acabados y la presentación hace que cualquier persona lo manipule como un libro-objeto, lo que refuerza la idea de proyecto experimental.

Si tu libro acaba en una bilibioteca ¿dónde lo pondrías? ¿en la sección de diseño o ilustración?
Creo que lo pondría a modo de puente entre las dos secciones, como nexo. Opino que el contenido de los libros puede ser interesante para los dos perfiles: tiene una parte muy técnica y meticulosa y otra más libre y artística que se complementan.

¿En qué tipo de proyectos te gustaría ver tu tipografía ilustrada?
Me encantaría verla aplicada en carteles de teatro, libros de poesía, novelas gráficas, animaciones… Trabajos en los que se dé un margen de interpretación al espectador a través de metáforas visuales para que pueda «leer» las imágenes que se generen.

¿Ya tienes alguna otra tipografía en mente?
Ahora mismo estoy desarrollando varios proyectos tipográficos. Por un lado una metatipografía con un funcionamiento muy similar al de The Guilty Hand Font para una identidad visual; por otro lado una tipografía que comencé en el taller intensivo Crafting Type que impartió Octavio Pardo en Madrid dentro de las actividades organizadas en Typomad 2014, pero esta es con letras para ser utilizada en titulares y textos cortos en futuros proyectos de The Guilty Hand, algo así como la tipografía corporativa.

¿Cuales son tus planes de futuro?
Quiero dar continuidad y seguir desarrollando el universo de The Guilty Hand, para ello estoy creando una plataforma online que albergará una explicación del origen de los personajes, la filosofía del proyecto, del proceso de creación de la tipografía (que en realidad es una pequeña parte de ese mundo) y al mismo tiempo se irá completando con videos, publicaciones… Será un espacio para mostrar piezas multidisciplinares con un carácter más artístico y en el que espero contar con colaboraciones.

Web: www.theguiltyhand.com
Instagram: @theguiltyhand / @rubenchumillas
Mail: hello@theguiltyhand.com

Entrevista realizada por: Helena Écija (helenaecija.com)

Esta entrevista se publicó originalmente en la web de la Asociación Profesional de Ilustradores de Madrid.

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