Por lo que sea, últimamente escucho a menudo el nombre de Emilio Sdun. En los últimos años parece que se ha puesto de moda la impresión tipográfica o como le llaman ahora el letterpress.
Haciendo cuentas, parece que este boom ha entrado con fuerza en nuestro país en los últimos 2 ó 3 años. En algunas escuelas como en la de Oviedo o en la de Bellas Artes de Valencia ya se venía trabajando desde antes, pero la mayoría de los pequeños talleres se han abierto apenas hace unos años. En general son iniciativa de gente joven, que se ha hecho con material de imprenta destinado a convertirse en chatarra y a base de reventar tipo de plomo han ido sacando su propia producción. Ya no se imprimen libros o albaranes, sino que se hacen carteles con frases graciosas o tarjetas de visita buscando la veta de la madera y el golpe del plomo sobre el papel.
El uso de la maquinaria de imprenta técnicamente es compleja, y aunque existen manuales de hace un siglo que explican su funcionamiento, la manera habitual de aprender es por medio de un antiguo impresor. Algunos han podido aprender de sus padres, que ya tenían una imprenta y bajo la creencia de que cualquier tiempo pasado fue mejor guardaron todo el material de impresión pensando que algún día serviría para llenar las salas de un museo. Otros se han hecho con un impresor jubilado que de buen grado les ha enseñado cómo se compone un texto, se monta una rama y se ajusta la presión. Y muchos de los que no han tenido ninguna de estas opciones han tirado de Emilio Sdun (Leubnitz, Sajonia, 1944) precursor en España en el uso de la tipografía con fines artísticos y de la autoedición, que armado con su prensa sacapruebas ha impartido talleres por nuestro territorio desde que se afincó en Almería allá por los años 90.
Emilio Sdun en su taller situado en Cuevas del Almanzora, 2008.
En 1996, Dieter Emil Sdun cogió sus bártulos y se mudó buscando el sol. Hasta entonces había trabajado en una imprenta en Berlín que al modernizarse, encontró en Sdun la manera de deshacerse de los chibaletes y las prensas y así dejar paso a la maquinaria de impresión offset. Por entonces, a Sdun ya le gustaba imprimir libros que fueran objetos de arte, donde la letra funcionase como imagen. En 1984 ya había fundado su propia editorial en Berlín Schierlingspresse, cuya particularidad residía en hacer de la tipografía el hilo conductor de sus libros, cuidando tanto la apariencia como el contenido de sus pequeñas obras de arte.
Schierlingspresse realizaba una media de 2 o 3 libros anualmente, y se distinguía de las demás editoriales porque su creador además de ser el artista era el impresor, controlando todo el proceso del libro. A Sdun le preocupaba la forma de sus libros, lo que le llevaba a experimentar con diversos materiales y con los sistemas de encuadernación, realizando multitud de encuadernaciones: tradicionales, carpetas, cajas con páginas sueltas, libros objeto, etc.
Para él era importante hacer libros en los que la disposición de las letras transmitiera ideas y sentimientos; así imprime Transformation (1990), libro dedicado a la catástrofe de Chernóbil donde para expresar en forma de imagen la desinformación que se produce por parte de los medios de comunicación de la época imprime material tipográfico con tinta negra sobreimprimiéndolo a las palabras en rojo. O el libro Mélancolie/Melancholie (1990), donde aparecen dos personajes, una voz fuerte y una baja. Para mostrar las distintas personalidades imprime la primera voz del diálogo, la voz fuerte con futura negrita y para la segunda voz la futura fina, mientras que para los fragmentos del texto utiliza una tipografía neutra, la futura seminegra.
Imagen del libro Transformation, 1987. Portada y caja del libro Mélancolie/ Melancholie, 1990. Interior del libro Mélancolie/ Melancholie, 1990.Rumbo a España, Dieter Emil Sdun deja su Alemania natal, país con tradición en el uso de los tipos móviles con fines artísticos, para adentrarse en el nuestro bajo el nombre de Emilio Sdun donde vive de primera mano el declive del mundo de la imprenta con el cierre la última gran fundición europea, la Fundición Tipográfica Bauer de Barcelona que el 13 de mayo de 2008 dejó de producir tipos móviles. “Compré letras en Barcelona en la fundición Bauer, y el Sr. Hartmann, el gerente me dijo: señor Emilio, es el único en España que compra y realiza sus libros con tipos móviles.”
Aquí, se encontró con un país en el que no existía un mercado del arte destinado al libro de artista, por lo que centraba sus ventas en Europa y Alemania, pero aún así se adentró de lleno en nuestro país trasladando su labor artística a Cuevas del Almanzora y traduciendo el nombre de su editorial como Prensa Cicuta.
Poco a poco y con el paso de los años, Prensa Cicuta se convirtió en una de las pequeñas editoriales cuyo trabajo ha tenido mayor repercusión y reconocimiento a nivel mundial. Los libros de Emilio Sdun se encuentran en grandes instituciones y museos, como en The Tate Gallery de Londres, Victoria and Albert Museum también de Londres, La Biblioteca de Arte de Berlín, El Museo Gutenberg de Maguncia, la Biblioteca Nacional de Baviera en Munich o el Art Center Collage of Design de Pasadena –USA-, entre muchos otros.
Hay que destacar a una persona fundamental en la vida y trabajo de Emilio Sdun, su esposa Doris, que ha ofrecido su tiempo y dedicación para ayudar al editor en la composición, estampación y encuadernación de los libros, acompañándole además durante las diversas ferias y cursos a los que asiste.
Catálogo tipográfico de Prensa Cicuta. Emilio Sdun trabajando sobre Tyvek, 1988. Extraído del artículo rememorando a Gutenberg, Du Pont Magazine, Número 2, Nyon (Suiza) 1991, Édition Européenne.. Máquina de imprimir Boston- Tiegel Americana, en el taller de Emilio Sdun –Cuevas del Almanzora, Almería-. La biblioteca del taller de Prensa Cicuta. Doris Sdun realizando una pancarta impresa con tipografía.Pero Emilio es un tipo social al que le gusta compartir sus conocimientos con los que le rodean, tanto con los profesionales como con los que se inician en esto de la tipografía. Por ello una labor importante en su trabajo es la de divulgación, por lo que enseña a estudiantes de Diseño y de Bellas Artes los rudimentos básicos de la tipografía, y también por estar siempre rodeado de artistas y escritores con los que Emilio colabora, tanto de nuestro país como de su Alemania natal; para Sdun siempre ha sido importante mantener el contacto y el intercambio de ideas con diversos artistas de su entorno. En su país natal lo revela la revista Schischypusch para la que colaboran multitud de artistas amigos del editor, mientras que en España, sobre todo en los últimos años, este intercambio se ha acentuado de modo que una gran parte de los libros de Prensa Cicuta son colaboraciones tanto de artistas plásticos como de escritores, contando entre ellos con Fernando Arrabal, Úrsula Heinze de Lorenzo y Begoña Crespo, entre otros.
Emilio Sdun en el taller de Familia Plómez. Algunos ejemplares de la revista Schischypusch. Interior del libro con Fernando Arrabal Usted me enloquece, 2008.
Y de esta manera, durante más de 30 años, este pequeño editor se ha dedicado en exclusiva a la producción de libros de artista, llegando a obtener gran reconocimiento en su país y recibiendo premios en todo el mundo. Un hándicap de Emilio Sdun es que su producción es difícil de clasificar, puesto que en sus libros encontramos multitud de recursos gráficos y conceptuales que en el pasado han formado parte de corrientes artísticas contradictorias entre sí; observar la obra de Emilio Sdun significa pasear por las distintas corrientes artísticas del siglo XX. Se vislumbra la influencia de libros de otras épocas, algunos recuerdan al libro ilustrado del siglo XIX, otros al informalismo, mientras que otros están más próximos a artistas como Herbert Bayer o Piet Zwart, donde impera el racionalismo en el uso tipográfico.
En sus libros se mezclan multitud de técnicas que combina con la tipografía: impresiones de linóleo que se superponen unas con otras, manchas mediante la impresión de telas y de materiales reutilizados que entinta e imprime como si se tratasen de una matriz, el uso de plantillas y de reservas…, Y sobretodo el uso de la caligrafía, fundamental en el trabajo de Emilio y que desarrolla con más interés al trasladarse a España.
Además, nuestro país le influye de tal manera que hace cambiar la paleta de colores, tirando más por los tierra y las mezclas con blanco, reproduce en sus libros textos de escritores españoles, como García Lorca, Alberti o Machado, e incluso cambia la tipología de sus libros, estando ahora más cerca del libro ilustrado que del libro de vanguardias. En España, el resultado siempre será más amable que en épocas anteriores en las que sus obras producían gran controversia, como las banderolas que cuelga en el Museo Gutenberg de Maguncia, donde imprimía palabras del argot de la imprenta como hijo de puta.
Pero Emilio Sdun, artista e impresor, sobretodo ha sido generoso con los que le rodean. Los que desde hace unos pocos años nos iniciamos en el camino de la impresión tipográfica hemos encontrado en Emilio un punto de referencia, un diccionario donde acudir con todo tipo de dudas relacionadas con la impresión y la composición, y el que más y el que menos hemos recibido en nuestras casas fruto de su afán por compartir paquetes con remite de los Guiraos que unas veces contenían catálogos de tipos, otras cajas con letras de madera y plomo, otros botes de tinta y si me apuras hasta una imprenta.
Y me falta destacar sus cartas, donde escribe sobre sus proyectos futuros y del pasado, sobre las personas que le han acompañado en este viaje tipográfico que es su vida y Emilio, mediante su caligrafía esmerada y las palabras llenas de color que redacta desde su Prensa Cicuta nos anima a los que hoy nos iniciamos en la impresión a seguir trabajando y a hacer de la tipografía una forma de vida.
Algunas cartas y regalos enviados por Emilio Sdun a sus amigos. Por Eva Mengual
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