Aunque la época estival no es muy dada a la novedad o siquiera al trabajo, en la playa se está mejor, nuestro tipoduro Pep Patau nos vuelve a sorprender con un nuevo lanzamiento en su ya prolífica carrera.
Se trata de «Cinta» una familia San serif que viene a cubrir uno de los pocos ecosistemas tipográficos que aún no había probado Patau, el del texto corrido en web, esa pesadilla para casi todos los diseñadores.
Usando como esqueleto todos sus conocimientos sobre la tradición de la letra humanística en sus contraformas, sus modulaciones, contrastes y matices, la reviste con un marcado carácter mecánico, duro en apariencia pero liviano en su mancha. Incluso la itálica —que no cursiva, en el sentido de Gerrit Noordzij—es discreta en su raquítico ángulo para hacer de su uso una cuestión de matiz, de sutileza. Leves cambios en la mancha para sugerir, indicar, nunca gritar o exaltar.
Tal es su preocupación por el matiz de la mancha tipográfica que todas las variaciones de peso son, diríamos, leves indicaciones de que la contraforma ha cambiado para evitar así los rigores a los que estamos acostumbrados en el habitual uso de la regular con la negrita pero que en pantalla marcan el ritmo visual a base, permitan la licencia, de puñetazos visuales. Por fin la finura y la delicadeza al alcance de todos los diseñadores web, con unas amplias posibilidades de variaciones en la jerarquía tipográfica.Lo que más llama la atención son sus blancos internos que, con una generosa altura de «x» y unas levísimas ascendentes y descendentes, condensan la letra y ayuda a ahorrar espacio.
Tal y como ya nos tiene acostumbrado Pep, viene en formato Opentype con completos juegos de glifos para versalitas, numerales antiguos, numeradores y denominadores, fracciones y ligaduras, además de soporte para todos las escrituras latinas, centro europeas y, como novedad, caracteres cirílicos.
Como oferta de lanzamiento, y durante 45 días, hay un descuento del 70% en el precio