Nos encanta la nueva tipografía del estudio Atipo. Se llama Salomé y se trata de una gloriosa recreación de una «fat face» de principios del XIX. ¿Fat face? Si, coge una didot o una bodoni y prueba a engrosar los trazos gruesos y aligerar los finos, todavía más de lo que están. Estas tipografías fueron los primeros intentos de los fundidores ingleses por dotar a sus muestrarios con tipos adecuados para los requisitos de una nueva sociedad industrial. En esta época el tipo pasa de las páginas del libro a la pared de la calle y, claro, lo primero que hicieron… pues experimentar con lo que tenían más a mano en ese momento, los tipos «modernos».
Y para que no pongáis ninguna excusa, nos la regalan a cambio de un «tweet» o pagamos por ella lo que pensemos que vale.
¡¡Ya estáis tardando!!