Tratado clásico de tipografía: 19 Corrección de formas en máquina

Observaciones al tipógrafo. La corrección de las formas es una operación que requiere mucho cuidado y atención para evitar que estén paradas las máquinas más tiempo del necesario, teniendo en cuenta que la hora de máquina se valora mucho más que la de cualquier tipógrafo.
Las correcciones en las máquinas pueden ser originadas por erratas debidas a los tipógrafos o por tener que hacer algún cambio en la composición.

Las correcciones en máquinas plano-cilíndricas se hacen sobre la misma platina; no así en las minervas, donde es necesario sacar el molde en su rama, que se deja sobre la mesa de imponer, y en ella hará el tipógrafo la corrección.
Antes de empezar a corregir en las máquinas plano-cilíndricas, el tipógrafo debe cerciorarse de que el interruptor está desconectado para evitar cualquier posible accidente.
Cuando las correcciones son de alguna consideración, llévense en un componedor las letras a cambiar y varios espacios de cada clase para la justificación.

Normas para corregir. Al efectuar la corrección téngase siempre las cuñas flojas, procurando que no estén del todo separadas, para evitar que se empastelen las páginas al tenerse que apoyar en ellas para corregirlas.
Procúrese que todas las líneas queden bien justificadas, para evitar que durante la tirada se levanten las letras y se produzcan aplastamientos.
Para la corrección de formas en máquinas grandes donde la imposición es de muchas páginas, el mejor orden para corregir es empezar por un extremo y terminar por el otro, hasta tanto que el aprendiz no tenga práctica de la colocación de las mismas, que entonces se corregirán por orden de folios.
Después de efectuada la corrección, repánsese de nuevo las faltas corregidas, para cerciorarse de su enmienda y evitar así pérdidas de tiempo a los impresores.
Una vez hechas las correcciones, se tendrá mucho cuidado en no dejar letra o cosa alguna por encima de la forma, ya que podría ocasionar averías en la máquina.
El tipógrafo entregará al corrector el pliego que ha empleado para corregir, a fin de que efectúe la comprobación y avisará en seguida al maquinista que la corrección ha terminado.
Las letras y espacios procedentes de la corrección se distribuirán en seguida en sus cajas respectivas, procurando antes hacer la comprobación correspondiente.

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