Traslado de la composición al galerín. Una vez compuestas las líneas que caben en el componedor, se coloca sobre la última una interlínea y se trasladan todas al galerín, que deberá estar colocado en la contracaja.
Para esto: 1º. Se deja el componedor en la parte inferior de la caja, y tomando la composición con los dedos pulgar e índice de las dos manos, se imprime un ligero movimiento hacia afuera, procurando que los dedos medios sujeten los bordes de las líneas.
2º. Una vez la composición fuera del componedor, se lleva al galerín, inclinándola hacia delante, para evitar que las letras se caigan.
3º. Se adelanta la mano derecha para colocar la composición de manera que las líneas queden de derecha a izquierda a lo largo del galerín.
4º. Se apoya la mano izquierda sobre el galerín, haciendo que el extremo de las líneas que sostiene descanse en el borde horizontal de la escuadra; entonces se podrá soltar con cuidado la composición.
Paquete o galerada. Llámase así a un conjunto considerable de líneas colocadas en el galerín o atadas fuera de él. Los paquetes se manejan atándolos con un cordel.
Para atar el paquete se empleará un cordel de relativa longitud, al que se le hace un nudo en un extremo. Sujetando con la mano izquierda el nudo en el borde superior izquierdo del paquete, se le da con la derecha una vuelta completa, llevando el cordel muy tenso de izquierda a derecha.
Al llegar al nudo, se le pasa el cordel por encima para afianzarlo y se da una segunda vuelta por debajo de la anterior, y así sucesivamente. En estas vueltas posteriores la mano izquierda sostendrá fuertemente el paquete por encima, para que la derecha pueda atarlo con la mayor tensión.
El extremo del cordel se introduce con las pinzas de arriba abajo entre la atadura y el paquete.
Procuresé que las vueltas no sean menos de tres. El cabo del cordel deberá sujetarse o en el extremo superior de la derecha o en el inferior de la izquierda, sobre todo si la composición es manual.
Después de atado el paquete, se colocará sobre el portapáginas, operación delicada que se efectúa como sigue:
Tomando el paquete con ambas manos, se levanta sobre su borde inferior hasta colocarlo en posición vertical. Manteniéndolo en la misma posición, se le hace girar de izquierda a derecha, para que descanse todo él sobre la mano derecha; y tomando en la palma de la izquierda el portapáginas, se colocará el paquete sobre él, y se lleva a la prensa de pruebas.
Pruebas. Pruebas son las primeras copias de la composición o molde, en las que se corrigen o apuntan las erratas, confrontando con el original.
La primera prueba la saca el operario a mano en la prensa. Entinta el molde con el rodillo, coloca encima el papel, humedeciéndolo y poniendo un paño encima para facilitar la presión si fuera preciso, y por último pasa el cilindro por encima.
Al entintar debe llevarse el rodillo de arriba abajo del paquete, o bien algo sesgado, pero nunca de derecha a izquierda, porque así sería fácil romper las letras extremas de las líneas.
Antiguamente, una vez entintado el molde y colocado el papel encima, sacaban la prueba golpeando con el puño; más tarde, golpearon sirviéndose de un cepillo de mango largo; luego se usó un rodillo de madera revestido de paño; hasta que se llegó a las actuales prensas de pruebas. Todavía hoy se acude a los procedimientos primitivos, cuando el molde, por su excesivo tamaño, no cabe en la prensa.
Una vez sacada la prueba, se bruzan los paquetes o moldes con un poco de bencina o petróleo, y mejor aún con lejía o potasa, para quitar la tinta a los tipos, y se presenta la prueba al corrector.