La producción impresa a partir de los tipos de caja, es la que habría de definir el panorama tipográfico español en el periodo anterior a la guerra civil. Esas letrerías constituirán el bajage tecnológico de las imprentas, desde las pequeñas y más retiradas de los grandes nucleos urbanos e industriales, hasta las imprentas punteras y de mayor volumen de producción; en estos casos compartiendo utilización con las máquinas de producción masiva de textos.
Esas letrerías conformarán, a su vez, el paisaje tipográfico de los carteles, la publicidad impresa, los soportes de identidad comercial, la imagen gráfica de los envases de productos, etc., hasta llegar a la más anónima tarjeta comercial o de invitación social.