«Van Krimpen era más un artista que un diseñador y sus tipos se aproximaban más a una idea que él tenía en la cabeza que a resolver las necesidades concretas de la industria gráfica.»
Del grupo de diseñadores del pasado siglo XX que insuflaron un nuevo aire a la creación de tipografías clásicas, el holandés Jan Van Krimpen fue quizás el más austero de todos.
Aunque estudió y practicó la caligrafía sus diseños no tenían la influencia caligráfica que desprendían por ejemplo los trabajos de Zapf o Dwiggins. Como el mismo escribió «los tipos y la caligrafía son dos cosas esencialmente diferentes y la influencia caligráfica en los tipos no debe pasar de ser algo subyacente».
Los tipos de Van Krimpe son recreaciones refinadas de las formas del pasado pero quedan lejos de ser considerados meras antiguedades, más bien son reinterpretaciones que no conducen a una nueva versión de un tipo antiguo sino a mantener vivas las formas tradicionales.
Van Krimpe pasó casi toda su vida laboral en la imprenta de Joh. Enschedé en Haarlem (Holanda). Fundada a principios del siglo XVIII y todavía en manos de la misma familia, a la imprenta se añadió un librería en 1724, un periódico Oprechte Haarlemsche Courant en 1737, y una fundición de tipos en 1743.
Los grabadores de punzones J. M. Fleischman y J. F. Rosart trabajaron en la firma y la posterior adquisición de la fundición de Ploos van Amstel en 1799 contribuyó al aumento de la magnifica colección de punzones y tipos que en la actualidad constituye una de las más grandes del mundo.
El diseño de un tipo para anotación musical realizado por Fleischman y utilizado por la Iglesia holandesa se convirtió en el principal negocio de la fundición a la que más tarde se añadirian los contratos del gobierno para la elaboración de sellos de correos y billetes con la que adquirió renombre internacional.
Fue un diseño de rotulación de un sello del joven Van Krimpen el que llamó la atención sobre él de Johannes Enschedé, director de la firma, en 1923. Para festejar las bodas de plata de la reina Guillermina se preparó una edición especial de sellos y el artista encargado de la realización de los mismos Van Konijnenburg se encontró con problemas a la hora de encontrar la tipografía adecuada para los mismos. Van Royen, secretario general del correo holandés y amigo de Van Krimpe le sugirió que contactara con él en busca de ayuda.
Van Krimpe nació en Gouda el 12 de enero de 1892 y a la edad de treinta y un años era un diseñador freelance que había estudiado arte en la Academia de Arte de La Haya y que se encontraba fuertemente influenciado por el libro del calígrafo Edward Johnston Writing & Iluminating & Lettering. Su amistad con poetas le llevo a editar pequeñas ediciones de sus trabajos cuidadosamente diseñadas.
Al mismo tiempo, Enschedé buscaba un diseñador. Mientras que la rentibilidad comercial del negocio estaba asegurada con los contratos de realización de sellos y billetes, la impresión de libros no funcionaba como cabría de esperar aún contando con la calidad de las colecciones tipográficas que la empresa poseía y con el trabajo del excelente grabador de punzones P. H. Rädisch, así que cuando Enschedé se encontró con Van Krimpen a finales de 1923 en las celebraciones del quinto centenario del impresor Laurens Janszoon Coster, le propuso el diseño de un nuevo tipo que sería grabado por Rädisch y editado por su fundición.
La primera creación de Van Krimpe muestra claridad en su forma. Da la impresión de que estaba preparado para el encargo de Enschedé ya que los dibujos finales del tipo los preparó en un corto período de tiempo. Una vez realizado, Van Royen sugirió su utilización en el pabellón holandés de la Feria de Diseño Industrial que tuvo lugar en París en 1925. Por esta razón el tipo tomó el nombre de la ciudad de París en la época romana, Lutetia. Este tipo establece la fructífera colaboración entre Van Krimpen y Rädisch o lo que es lo mismo entre la inspiración y la habilidad para hacerla realidad. Stanley Morison saluda al nuevo tipo en el número 6 de la revista The Fleuron llamando la atención sobre el renacer de los tipos romanos que supone la aparición de Lutetia y el aire fresco que aporta sobre los antiguos diseños.
En el año 1928 Morison ofrece a Van Krimpen incorporar a Lutetia al catálogo de Monotype y aunque en principo se opone a ello al dudar de los resultados, acepta al ser autorizado a vetar cualquier diseño que no le satisfaga. Posteriormente el impresor Porter Garnett llevó a cabo una revisión del tipo, en la que colaboró el propio Van Krimpen, en la que se niveló el travesaño inclinado de la e de caja baja, los puntos de la i y la j también de caja baja fueron situados más cerca de la letra y se modificaron las proporciones de algunas otras letras.
Si el tipo romano sin revisar puede parecernos hoy un poco singular, no podemos decir lo mismo de la bella y original itálica de la que Morison escribió: «Quizás la única crítica que pueda hacerse es que la itálica de Lutetia es tan buena por si misma que no puede combinarse con la debida eficiencia con la romana». Walter Tracy en su crítica del trabajo de Van Krimpen considera esto un problema aunque no descarta el uso de la itálica por si sola para trabajos de poesía.
Después de la creación de Lutetia, Van Krimpen se integró como diseñador de la fundición Enschedé donde trabajó hasta su retiro. Además de tipos diseñó muchos libros comenzando con bellos catálogos de la casa y continuando con ediciones de lujo de editores atraídos por la reputación de Enschedé. Asimismo se prestó a colaborar en trabajos de otros impresores como los de la Nonesuch Press de Francis Meynell. Frederic Warde visitó Haarlem en 1927 y Van Krimpen pasó a convertirse en comisionado de las ediciones de la Pleiade and Pegasus Press y más tarde del Limited Editions Club of New York. También diseñó unas capitales decoradas para la Curwen Press (1929) de Oliver Simon así como una preciosa cabecera para su publicación periódica Signature (1947).
Mientras tanto continuaba trabajando en el diseño de tipos y creó un tipo griego Antigone (1927) con elegantes capitales que recuerdan las formas de su escritura caligráfica y que guardan cierta similitud con un tipo del diseñador suizo Max Caflisch llamado Columna tiling diseñado en 1952 y que fue editado por la fundición Bauer, aunque esta similitud puede ser debida a que ambos se fijaran en la misma fuente de inspiración el Exempla scripturae epigraphicae latinae de Hubner.
Su siguiente diseño de una romana partió de un catálogo de Enschedé del año 1768 en el que figuraba un tipo llamado Kreine Text Nº 2 atribuido al diseñador holandés Christoffel van Dijck (1606-69). Los únicos punzones que existían eran los de la itálica y Van Krimpen diseñó un tipo romano que los acompañara al que denominó Romanée. Como resultado, la romana y la itálica, aún pudiéndose utilizar juntas no suele hacerse debido a su origen distinto. Veinte años más tarde Van Krimpen diseñó una itálica que acompañara a su diseño de romana. Este tipo no tiene capitales propias sino que usa las de las romanas y su f de caja baja basada en la de Arrigui está un poco fuera de lugar en relación a las demás letras.
En 1931 Van Krimpen realiza su tipo más exitoso al que da por nombre Romulus a sugerencia de Beatrice Warde. La ausencia de los rasgos caprichosos de Lutetia así como su tensión vertical lo convierten en un tipo de proporciones agradables y forma vigorosa que aún hoy presenta la misma frescura que el día de su aparición. En cambio la itálica que lo acompañaba fue motivo de crítica. Por aquel entonces Van Krimpen estaba influido por su amigo Stanley Morison y concretamente por el ensayo de éste Towards an ideal italic y por esto dotó a Romulus de una romana inclinada en vez de una itálica auténtica. Esto, como escribe A. F. Johnson en Signature (1940) «puede ser lógico, pero el resultado es una letra monótona y rígida», aparte de la díficil diferenciación de la romana y la cursiva. Van Krimpen más tarde se arrepintió de ello pero no obstante el tipo aguantó las críticas y no fue suplantado por la creación posterior Spectrum. Romulus fue editado para Monotype en la década de 1930.
Durante la II Guerra Mundial y bajo la ocupación alemana Van Krimpen y dos colegas W. G. Hellinga y A. A. Balkema, producen trabajos de calidad en The Five-pound Press teniendo un papel relevante en la impresión de escritos prohibidos por las fuerzas de ocupación, pero estos años difíciles verán el nacimiento del mejor tipo de Van Krimpen, diseñado originalmente para la editorial Spectrum de Utrecht entre 1941 y 1943 y editada para Monotype en 1955.
Dibujado originalmente como un tipo de Biblia, esto es, con una gran altura x, no demasiada anchura y capitales discretas, Spectrum trasciende estas limitaciones y no aparenta en ninguna situación estrechez sino al contrario se ajusta de forma confortable, el contraste entre los trazos gruesos y delgados es notable y sus bellas capitales, especialmente en tamaños grandes, tienen mucho de la elegancia de sus diseños caligráficos. Spectrum fue el último tipo que realizó Jan Van Krimpen que falleción en Haarlem el 20 de octubre de 1958.
Como señala Walter Tracy en su obra Letters of Credit sobre los tipos de Van Krimpen aunque estos eran originales, refinados y bellos nunca fueron ampliamente utilizados: Lutetia tenía algunos caracteres un tanto caprichosos y una itálica que no combinaba bien con la romana, Romanée una génesis singular a partir de unos punzones de un tipo itálico, Romulus a fin de cuentas no gozaba de una itálica apropiada y las figuras de Spectrum no eran del todo buenas. Aunque las figuras de Van Krimpen eran siempre pobres, estas se podían remplazar pero el problema de las itálicas era de más difícil solución. Quizas como indica Tracy «Van Krimpen era más un artista que un diseñador y sus tipos se aproximaban más a una idea que él tenía en la cabeza que a resolver las necesidades concretas de la industria gráfica».
Sebastian Carter
Twentieth century type designers
W.W Norton & Company
New York – London